0 Límites de velocidad y fotomultas

Esta opinión personal fue publicada en el periódico El Colombiano, el 21 de agosto de 2011. Lo que escribí era porque quería plantear ciertas dudas respecto a la disparidad de los límites de velocidad en ciertos sectores de la ciudad y hacer un llamado de atención sobre lo bueno que sería que los recursos obtenidos por estas multas fueran reinvertidos en adecuar la señalización existente y por qué no, mejorar la infraestructura de las vías de Medellín.

Fotomultas y límites de velocidad en Medellín.

El escrito fue el siguiente:

Aunque es perfectamente entendible la finalidad que tiene la instalación de sensores y las cámaras de fotomultas, no deja de extrañar el criterio que tienen en ciertas vías para fijar los límites de velocidad.

Mientras en la Autopista Norte el límite permitido es 80 km/h, una vía estrecha que en algunos sectores atraviesa barrios y a pocos metros de aceras en las que transitan las personas y con una circulación de grandes, lentos y pesados automotores que parecen andar sin Dios ni ley a través de ella, en la Avenida Distribuidora, que aparentemente tiene mejores especificaciones y diseños (o al menos fue la idea que transmitieron cuando se hizo su construcción) la velocidad en los tres carriles no debe ser mayor a 60 km/h.

Debería existir una explicación clara del porqué de esta situación.

La Secretaría de Tránsito debería considerar también reinvertir los ingresos que obtiene por conceptos de multa en adecuar la infraestructura vial, ya que pese a que el dinero va al presupuesto de las cámaras no deja de causar desazón leer o escuchar declaraciones de trabajadores de la entidad en la cual hacen referencia que muchas veces no hay fondos para señalizar las vías de nuestra ciudad en la que las "señales fantasmas" tienen gran influencia en la accidentalidad.

Versión original del comentario en El Colombiano, agosto 21 de 2011

A la fecha, la Secretaría de Transporte y Tránsito de Medellín decidió revisar los límites de velocidad en varios sectores de la capital antioqueña y una de las primeras determinaciones fue modificarlos en la vía Regional y Autopista Sur, en las calzadas más cercanas al río, aumentándolos a 80 km/h.

La ciudad no crece al mismo ritmo que el número de automóviles, pero algunas medidas inteligentes deben ser adoptadas para evitar un colapso que imposibilite la movilidad. Grandes obras acompañadas de una verdadera educación vial, así como de políticas que restrinjan la venta de carros y un transporte público eficiente deben cobrar vigencia para lograr una solución a las diarias congestiones.