1 Feria Aérea 2011

En el Aeropuerto Internacional José María Córdova de Rionegro se desarrolló la quinta versión de la Feria Aérea. Este ha sido un certamen que busca consolidarse como un atractivo no solo para que las personas disfruten tanto de la revista aérea y de las aeronaves que reposan en la plataforma, así como un punto de encuentro en el cual se hagan negocios entre allegados al mundo aeronáutico, tanto civil como militar.

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Durante cinco días (del 6 al 10 de julio) el ambiente en la plataforma del Aeropuerto congregó a miles de personas, desde fanáticos de la aviación hasta curiosos que no querían perderse lo que allí sucedía. Aquellos que compraron la boleta de entrada ingresaron a las diferentes aeronaves que se encontraban apostadas y al alcance de todos, tomaron fotos desde todos los ángulos y lucieron los cascos de los aviadores en las cabinas de mando de estas máquinas; además de estar atentos a las explicaciones de los servidores de la Patria (pilotos, soldados, médicos militares, rescatistas, etc.) de la Fuerza Aérea, el Ejército, la Armada, la Policía, entre otros. Quienes quisieron ahorrarse el costo de la boleta, aunque no observaron la exposición estática, tuvieron la oportunidad de apreciar las diferentes maniobras de los pilotos en los aviones y helicópteros desde los morros cercanos a la pista de aterrizaje.

El helicóptero de la "Operación Jaque", un Mi-17 de fabricación rusa;
uno de los favoritos a la hora de tomarse fotos.

Niños, jóvenes y adultos, todos por igual, alzaron sus cabezas hacia el cielo y se deleitaron con el espectáculo que se observó en el aire y que se preparó con una dedicación sin igual para hacer de la revista aérea algo muy especial.


Los grupos de paracaidistas mostraron sus destrezas al desafiar los vientos, mientras caían hacia el vacío describiendo círculos, a la vez que acompañaban su presentación con banderas y humo de colores.

Grupo de paracaidistas haciendo gala de sus destrezas.

Luego vino la demostración de los Súper Tucano A-29B, que con sus vuelos a ras, acrobacias y trabajo en conjunto mostraron de lo que son capaces como arma de vigilancia, control y defensa del territorio colombiano.

Un Súper-Tucano iniciando una maniobra para vuelo invertido

Los A-37 Dragonfly, equipos con más de 30 años, demostraron que a pesar de ser máquinas relativamente viejas, están lejos de ser consideradas piezas de museo, pues con su presentación cautivaron la atención del público y con el ruido de sus motores enfocaron las miradas en kilómetros a la redonda.

Un A-37 contrasta con el cielo azul.

Los K-fir, de fabricación israelí, también fueron unos de los más aplaudidos; la pareja de aviones que hizo parte del acto demostró la sangre fría que se necesita para realizar maniobras tan arriesgadas, como cruzarse entre ellos a altas velocidades o un sobrevuelo a baja velocidad con el tren de aterrizaje abajo; además de un cierre que incluyó el lanzamiento de bengalas.

Un K-fir añadiendo bengalas a su presentación.

Llegó el momento que esperaban muchos y era el show a cargo de un F-16 perteneciente al Viper West Demo Team de Estados Unidos; el increíble rendimiento de este avión, sus maniobras que desafían la gravedad, sus ascensos, cambios repentinos de velocidad y dirección, dejaron admirados y boquiabiertos a los miles que estaban congregados en el lugar ante la demostración del poderío militar norteamericano, así se tratara de una sola aeronave.

F-16 norteamericano, Viper West Demo Team.

También hubo tiempo para presentar la simulación del trabajo que hace el grupo de rescate de la Fuerza Aérea, que con sus helicópteros Blackhawk y el avión OV-10 mostraron que el trabajo coordinado y disciplinado sirve en situaciones que pueden parecer incontrolables, pero que llegan a feliz término por el profesionalismo de estas personas.

Rescate en condiciones adversas, una gran demostración del trabajo en equipo.

Uno de los mejores actos del día -aclarando que todos fueron muy buenos- fue cuando el avión "Júpiter", un Boeing 767 adaptado para especificaciones militares y conocido como KC-767, que sirve para reabastecer aviones en el aire y como transporte tanto de carga como pasajeros; además repatrió a un grupo de colombianos y latinos desde Japón debido al terremoto que afectó a esta nación, realizó algunas maniobras, que se pensaría que por su tamaño son complicadas; estaba escoltado por cuatro K-fir (dos a cada lado) en un desfile en el aire que visto desde la tierra simplemente se describe como majestuoso.

Boeing KC-767 de la Fuerza Aérea Colombiana, acompañado de cuatro K-fir.

Para finalizar, tres helicópteros Blackhawk, en sus versiones "Arpía" deslumbraron a los asistentes de la feria al ejecutar complicadas maniobras que con el paso del tiempo han  perfeccionando y le han permitido a los pilotos colombianos de este tipo de aeronaves ser unos expertos de talla mundial.

Blackhawk y Arpía, concentración al máximo a pocos metros de distancia.

Un evento digno de admirar y recordar, una muestra de todo lo que involucra el mundo aeronáutico y también de cómo muchas personas velan por nuestra seguridad desde su trabajo como parte de las fuerzas que vigilan el país.


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