1 Canal de Panamá

Aprovechando unos días de descanso, mis familiares y yo decidimos visitar Panamá. Allí una visita obligada era conocer de cerca uno de los grandes retos de la ingeniería de comienzos del siglo XX: el Canal de Panamá, el cual ha sido un hito ya que su construcción sirvió además para darle un empujón al comercio mundial, permitiendo acortar distancias y tiempos en el transporte de cargas y de personas por vía marítima.



Ver mapa más grande - Canal de Panamá, esclusa de Miraflores

Los números del Canal son impresionantes, no solo aquellos que hablan de su construcción, sino también los que involucran su funcionamiento y los que incluyen el proyecto de ampliación. La historia se remonta a los años en los que Panamá todavía hacía parte de Colombia (la idea de comunicar los dos océanos viene desde las épocas del dominio español pero los proyectos presentados en serio datan desde mediados del siglo XIX).


Primero fue Francia que quiso construir un canal, aprovechando la parte más angosta de tierra de Panamá; la idea que tenían no incluía esclusas, lo que lo hacía muy barato pero aparentemente más difícil de ejecutar y con serios contradictores. El fracaso económico de esta empresa los llevó a la quiebra, pero lo que impresiona es la cantidad de trabajadores que murieron a causa de la fiebre amarilla, la malaria y otras vicisitudes: más de 20.000 personas fallecieron.


Estados Unidos compró los derechos para seguir con el proyecto, además los norteamericanos ya trataban con un nuevo país que había logrado su independencia de Colombia. Trabajadores de varias nacionalidades, incluidos chinos, trajinaron arduamente durante casi 11 años en una labor de corte casi titánico para la época y con millones de metros cúbicos de tierra removidos.


Esclusa de Miraflores, nótese la diferencia en los niveles del agua.


Nuestra visita se centralizó en las esclusas de Miraflores, allí los visitantes tienen la oportunidad (de acuerdo a la tarifa que paguen) de ver el paso de los buques, visitar el museo y observar una película que habla del Canal. Llegar temprano fue un beneficio para nosotros, pues alcanzamos a ver cuatro barcos, de todos los tamaños; desde el más grande, un Panamax (que con sus casi 300 metros de largo, o eslora en términos náuticos, y sus 32 metros de ancho o manga en términos marítimos) lleva sobre sí una gran cantidad de contenedores hasta otros de menor envergadura. Observar el paso de estos gigantes remolcados por pequeñas locomotoras es algo único al igual que el funcionamiento de las esclusas, las cuales mediante la caída de agua por gravedad van "levantando" las embarcaciones para finalmente alcanzar 26 metros sobre el nivel de mar para sortear el Lago Gatún que está a esa altura.


Barcos Panamax cruzando el Canal a la altura de la esclusa Miraflores en el Pacífico.

En la mañana, los buques que van del Pacífico al Atlántico tienen la prelación; en la tarde se invierten los papeles, mientras que ya en la noche la vía tiene bidireccionalidad. El recorrido completo del Canal de casi 80 kilómetros varía entre ocho y diez horas (pero es un gran ahorro comparado con las dos semanas que tendrían que recorrer las naves si no existiera este canal interoceánico). Se paga un peaje de acuerdo a la carga que se lleva y el tipo de embarcación, el récord lo ostenta un crucero de pasajeros que pagó casi US$400.000 por atravesarlo. Además es común ver las filas de los barcos en el océano esperando su turno para cruzarlo de hasta de 24 horas.


Barcos en fila, esperando por su ingreso al Canal de Panamá.

El creciente intercambio comercial, principalmente entre China y Estados Unidos, ha incrementado la necesidad de contar con navíos de dimensiones superiores a los Panamax: los Post Panamax son barcos que sobrepasan las medidas actuales del Canal y por ende, al no "caber", deben recorrer mayores distancias para entregar sus cargas. Si se le suma al hecho de que el Canal está en su máxima capacidad de circulación se hace necesario entonces emprender un proyecto de ampliación para captar más del mercado. La ampliación arrancó en el 2007 y está prevista para terminarse en el 2014, un siglo después de que entró en funcionamiento este logro de la ingeniería.


Secuencia de apertura de compuertas en la esclusa de Miraflores en el Canal de Panamá.
El Canal de Panamá es un sitio que vale la pena visitar, para apreciar grandes barcos subiendo o bajando como si se tratara de un ascensor, es algo que no se ve todos los días. Una gran obra de ingeniería y sacrificio en su época, que en pleno siglo XXI sigue descrestando y que seguramente con la ampliación hacia el año 2014 seguirá siendo la vía principal donde confluye gran parte del comercio mundial.


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1 comentario:

Guillermo Alberto dijo...

El Canal de Panamá: reto de la ingeniería del siglo pasado que hoy en día todavía sorprende por su majestuosidad - http://t.co/q725qkxP