1 En China: primer día

La oportunidad de emprender un viaje de conocimientos a China (中国) no es algo de todos los días; precios favorables, una excursión y un acompañamiento total por parte de las entidades involucradas en promover este intercambio (Suramericana, Asociación de la Amistad Chino-Latinoamericana, Asociación de la Amistad Colombo-China, CPAFFC, por sus siglas en inglés Chinese People’s Association for Friendship with Foreign Countries y la agencia de viajes Molitur), hacen que esta travesía sea muy atractiva.  Empaparse, aunque sea un poco, de las tradiciones milenarias de este país, su cultura y su historia, su presente y futuro cautiva a cualquiera.

En mi caso, llegar a la República Popular de China, fue un periplo de varios días de viaje, con sus respectivas conexiones y abarcando un recorrido de más de 15.000 kilómetros.

Trece horas y media de viaje entre New York y Beijing (北京) son agotadoras, pero el sacrificio vale la pena.  El vuelo CO89 de Continental Airlines y su servicio a bordo mitigan en algo el recorrido.  

¿Ya llegamos? - Vuelo de Continental hacia Beijing, China.
¿Qué se puede hacer durante este tiempo en pleno vuelo? ver películas, escuchar música o jugar con el sistema de entretenimiento a bordo del Boeing 777 son opciones válidas; leer o simplemente tratar de “estirar las piernas” caminando a través de los pasillos del avión, también; dormir es otra posibilidad (aunque en mi caso, no pude conciliar un buen sueño) porque era la primera vez que hacía una ruta tan larga por aire, lo que más adelante me traería consecuencias.

El arribo al Aeropuerto Internacional de Beijing (北京首都国) y el deslumbramiento con su moderna Terminal 3 era un pequeño adelanto de lo que me esperaba en mi misión; luego de pasar por los trámites de inmigración, debía recoger las maletas, y para esto era necesario tomar un pequeño tren hasta la sala de equipajes en un recorrido de casi dos kilómetros.


Ver mapa más grande - Terminal 3 Aeropuerto de Beijing

Finalmente fui recibido por la gente de la Asociación que me llevó a mi primer destino:  el Hotel Capital.  Mientras llegaba, observé las amplias avenidas con tres, cuatro o más carriles, que soportaban el tráfico de aproximadamente cuatro millones de automóviles, y eso que tenían implementada una medida similar al pico y placa colombiano y que fue impuesto con motivo de los Juegos Olímpicos de 2008, para mitigar en algo las grandes congestiones y la contaminación derivada de contar con un parque automotor tan grande. 

Grandes avenidas, grandes congestiones - Calles de Beijing, China.

El hotel, como la mayoría de los hoteles en los cuales me alojé en China, parece un museo, con piezas decorativas en permanente exhibición y con acabados, en algunos casos, dignos de palacios antiguos.  Las consecuencias que mencioné por no dormir bien y entrar en una especie de jet lag fueron que a las seis de la tarde hora local, simplemente no pude más y entre mareos y fiebre me tendí en la cama de la habitación a tratar de compensar mi reloj interno y esperar el otro día.


Ver mapa más grande - Hotel Capital

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1 comentario:

Guillermo Alberto dijo...

Primer día, 15000 km. 13 horas para llegar a #China y la moderna T3 del aeropuerto de #Beijing era la primera parada. http://t.co/DRcZwIJ