0 El título del Apertura 2014

Con la mente puesta en los dos torneos por disputarse en el primer semestre de 2014, la Copa Libertadores y el torneo colombiano, Atlético Nacional se preparó para mantener su racha de buenos resultados en pos de mantener el dominio deportivo local y figurar nuevamente a escala internacional.


Atlético Nacional Apertura 2014.
Esta era la séptima final que disputaba el equipo dirigido por Juan Carlos Osorio desde su llegada al club, la posibilidad de alcanzar el sexto título en su historial al frente de los verdes de Medellín (el bicampeonato de la Copa Colombia en 2012 y 2013, la Superliga en 2012 y el título del torneo Apertura y Finalización en 2013), y el tricampeonato, inédito por torneos cortos en Colombia, era una gran recompensa para el trabajo serio hecho desde lo administrativo y deportivo.

Los partidos disputados durante la primera fase del torneo Finalización y sus resultados fueron:


Las posiciones del "todos contra todos":


Debido a la realización del Mundial de Fútbol en Brasil y con base en las recomendaciones de la FIFA, el torneo colombiano se jugó nuevamente mediante el sistema de playoffs o eliminación directa, siendo cabezas de serie los equipos ubicados entre el primero y cuarto lugar, enfrentados a los equipos entre el quinto y octavo lugar, pero sorteados.

Llaves de eliminación directa torneo Apertura 2014


Nacional recibió por cuartos de final al Envigado Fútbol Club, con la comodidad de no salir del Área Metropolitana. El primer partido, disputado en el municipio vecino de Medellín, dejó victorioso al elenco verdolaga que sentenció en gran parte la serie al imponerse por un marcador de cuatro goles a uno. El partido de vuelta, aunque parecía ser de trámite por la holgada diferencia, arrancó con un susto para los locales ya que Envigado se fue en ventaja al marcar primero; finalmente Nacional remontó el marcador, consiguiendo la victoria por dos a uno.

Las semifinales contra Independiente Santa Fe.

Las semifinales ponían a Independiente Santa Fe en el camino de Atlético Nacional. Casi que simultáneamente el equipo verde de Antioquia disputaba instancias decisivas en Copa Libertadores. En un hecho atípico y desafortunado, la Dimayor (ente encargado de dirigir el fútbol profesional en Colombia) programó la semifinal del torneo contra el equipo cardenal en Bogotá 24 horas antes del duelo por cuartos de final en Medellín contra Defensor Sporting de Uruguay. Queda el interrogante de si clasificar a un torneo internacional representando el nombre del país es más un castigo que un premio y si efectivamente tantos partidos dentro de la liga son la solución para hacer del fútbol en Colombia algo más atractivo. El partido en la capital de Colombia se jugó con una nómina alterna y dentro de los resultados adversos, el uno a cero en contra fue el escenario menos malo; considerando también la tempestad que cayó esa noche (al margen, al otro día Atlético Nacional caía derrotado como local ante los uruguayos diciéndole prácticamente adiós a la Libertadores).

Para el partido de vuelta, Nacional dispuso una nómina más competitiva que en una demostración de buen fútbol, pero sin tanta efectividad pese a las múltiples ocasiones de gol, logró remontar la diferencia de un gol y se impuso con anotaciones de Juan David Valencia y Jéfferson Duque para un marcador a favor de dos a uno en el global. Nuevamente una final, la tercera en línea por la liga y la séptima en el proceso del técnico Osorio, encaminaban al equipo verdolaga como el mejor de los últimos años en Colombia.

Barranquilla recibió el primer partido de la final, Atlético Júnior quería repetir título ante Atlético Nacional como en 2004, cuando dieron la vuelta olímpica en la ciudad de Medellín; mientras que el equipo antioqueño buscaba su título número catorce, igualando la línea de Millonarios, consiguiendo por primera vez en la historia un tricampeonato y borrando los malos recuerdos de una década atrás. El equipo costeño logró una victoria por un gol a cero, que dejaba la serie abierta para cualquiera de los dos, por un lado parecía fácil de remontar, pero por el otro, con el trabajo defensivo de los junioristas, era un labor difícil de conseguir.

La boleta para ingresar a la gran final que enfrentó a Atlético Nacional
y Júnior.
Los actos de protocolo, en un Atanasio Girardot colmado casi que
en su totalidad para recibir a Atlético Nacional y Júnior.

El 21 de mayo, 40.051 hinchas acudieron al estadio Atanasio Girardot y el club logró una recaudación de $ 2.414’000.000. La ilusión estaba intacta y el anhelo de la hinchada por un título más se evidenció en el constante apoyo a lo largo del juego. 


Atlético Nacional, tricampeón.

Atlético Nacional formó con: Franco Armani, Daniel Bocanegra, Alexis Henríquez (ingresó Wílder Guisao, m. 46), Óscar Murillo, Farid Díaz (ingresó John Valoy, m. 62), Alejandro Bernal, Jairo Palomino (ingresó Juan Pablo Ángel, m. 73), Juan David Valencia, Edwin Cardona, Shérman Cárdenas, Jéfferson Duque. Fue dirigido por: Juan Carlos Osorio.

Atlético Júnior, subcampeón.

Atlético Júnior formó con: Sebastián VieJra, Jhonny Vásquez, Samuel Vanegas, Juan Domínguez, César Fawcet (ingresó Andrés Felipe González, m. 58), William Tesillo, Guillermo Celis, Jossimar Gómez, Luis Narváez, Jorge Andrés Aguirre (ingresó Johny Ramírez, m. 67), Edinson Toloza (ingresó Maicol Balanta, m. 38). Fue dirigido por: David Pinillos.

Los capitanes, Sebastián Vieira por Júnior y Alexis Henríquez por Nacional.

La alegría verdolaga se desató antes de los dos minutos de juego, Alexis Henríquez capitalizó un tiro libre cobrado desde el sector occidental y puso a soñar a todos con un marcador que iba a seguir de largo por la actitud de ataque de Atlético Nacional; lamentablemente, en un descuido defensivo local, Edinson Toloza empataba el partido y ponía la serie nuevamente a favor de los "tiburones" dejando en el ambiente la sensación que nuevamente la pesadilla de 10 años atrás se repetiría. A partir de este instante, Júnior se dedicó más a abroquelarse dejando toda la responsabilidad del partido al local que lo intentaba de todas maneras pero sin la claridad suficiente para hacer la diferencia y conseguir al menos otro gol que forzara la serie a la definición por penales. Finalizaba el primer tiempo y el título de este torneo estaba más cerca de Barranquilla que de Medellín.

El segundo tiempo era más de lo mismo, posesión constante de Nacional pero sin profundidad clara, y Júnior más interesado en defender y dejar pasar los minutos quemando tiempo que en jugar. Cada minuto que pasaba era un ladrillo más en la muralla que construían los costeños en pos de consagrarse campeones y una presión mayor en el pecho de miles de aficionados verdes que sufrían viendo cómo se iba la posibilidad del título. Los últimos quince minutos, ante el asedio constante de los jugadores verdolagas, convertían a Sebastián Viera, uruguayo, portero tiburón, en el ángel guardián de la portería (como el par de alas que tenía dibujadas en su uniforme), haciendo gala de sus grandes reflejos y ahogando en más de una ocasión el grito de gol. Con cuatro minutos de reposición por jugar, que podrían haber sido más por los sucesos durante el segundo tiempo, la posibilidad de un milagro parecía esfumarse. La última jugada, tiro de esquina a favor del verde y con Franco Armani, arquero de Nacional bajando al área rival para tratar de conseguir lo que parecía imposible... que se hizo posible luego de que John Valoy conectó de cabeza y anotó el gol que puso a cientos de miles a gritar con toda esa esperanza que mantenía viva la ilusión y que era un envión anímico de proporciones gigantescas.

El título estaba en la definición por penales, Franco Armani se convirtió en otro de los héroes de la noche al atajar dos cobros de los junioristas, entre ellos el de Viera, capitán del elenco costeño. Alejandro Bernal se encargaba de convertir su oportunidad para dejar la definición cuatro a dos a favor del Atlético Nacional y encender la celebración por uno de los títulos más sufridos, el número 22 en la historia verdolaga.

La emoción era indescriptible, el fantasma de 2004 desaparecía para darle paso a una celebración contenida. Las lágrimas eran de felicidad y Atlético Nacional aseguró su participación en la Copa Libertadores de 2015, de la que una semana antes en su versión de 2014 había sido eliminado, no dejándose amilanar por esa derrota, y sacando su casta y jerarquía para gritar nuevamente ¡campeones! o mucho mejor ¡tricampeones!

Atlético Nacional recibe el trofeo que lo acredita como campeón.
La estrella 14 y el grito de "tricampeón".

Juan Carlos Osorio se adjudicó su tercer título como orientador de Atlético Nacional y superó lo hecho por Oswaldo Juan Zubeldía (campeón en 1973 y 1976), Óscar Quintabani (bicampeón en los torneos Apertura y Finalización de 2007) y Santiago Escobar (campeón en el Apertura 2005 y Apertura 2011).

Algunos jugadores que por diversas circunstancias no hicieron parte de la final, pero sí del proceso, fueron: Diego Arias, Orlando Berrío, Stefan Medina, Alexánder Mejía, Francisco Nájera, Sebastián Pérez, Fernando Uribe, Cristian Bonilla, Cristian Vargas, Elkin Calle, Luis Páez, Santiago Trellez, César Quintero, entre otros.

Juan Carlos Osorio celebra su sexto título con Nacional.

Nuevamente, por números y actitud, Atlético Nacional demostró que hoy en día es el mejor equipo de Colombia; la deuda es lograr pasar ese dominio al ámbito continental y conseguir una nueva copa internacional. El trabajo honesto y dedicado debe mantenerse, el proceso se ha consolidado y los resultados se están dando. La historia se está escribiendo con títulos y grandes gestas.

En el Apertura, logró 46 puntos en las diferentes fases del torneo, ganando 14 partidos, empatando cuatro y perdiendo seis. Anotó 45 goles, siendo la mejor delantera y recibió 27. Rindió el 63,88%.

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